Aquella tarde nadie durmió la siesta,
porque era fiesta.
"Concurso de disfraces infantiles en el salón".
Había un niño disfrazado de camaleón,
otro de Tarzán
y uno más desnudito
iba de Adán,
(vestido de hojas),
otros, de "pieles rojas",
muchos de astronautas,
de toreros,
de buzos,de bomberos.
Entró un niño muy despacito,
muy timidito,
muy despistado,
llevaba un traje roto
por todos lados
(codos, rodillas
y bolsillos rasgados).
-¿ Y tú, con esos agujeros,
de qué vas disfrazado?
- Vengo de "queso de bola".
(El niño pobre ganó
el concurso de disfraces).
Gloria Fuertes.
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